Ainoa Soler
Ictiosis
CONOCERNOS
Empezamos el encuentro con una ronda general de presentaciones.
Y con curiosidad, escucho sus respuestas.
Les he preguntado cuál es su comida favorita.
Y con algo a priori tan sencillo, es increíble como las respuestas empiezan a tejer lazos, emociones, conexiones.
Los grupos de peques, igual hasta con más rapidez que los grupos de adultos, tienen esa habilidad para mostrar interés los unos por los otros, para conocerse, para escucharse.
Y así nos encontramos sumergidos en una charla entre amigos, que tal vez no se conocen, tal vez sí, pero que hablan como si delante tuvieran a su familia de toda la vida.
Se descubren emociones compartidas, gustos similares, otros distintos. Y ese placer por abrazar la diversidad, nos va envolviendo poco a poco. Como un cálido soplo de humanidad.
Todos nos parecemos, y a la vez, todos somos genuina y peculiarmente únicos.
Los niños y niñas, se percatan de ello.
Se escuchan con ojos atentos.
Quieren saber quién es cada uno de sus compañeros.
De dónde viene, dónde vive, qué les gusta de su ciudad, qué recuerdan con especial cariño.
BAILAR
Inmersos en esa corriente tan sorprendente, del sentirse parte de un grupo, lanzamos al aire otra pregunta más: ¿Bueno, y a vosotros os gusta bailar?
Entonces algunos rostros se emocionan, otros se sonrojan.
"No, a mi no."
"A mi siii."
Y escuchamos atentas las distintas sensaciones que les produce a cada uno, la palabra: baile.
Entonces, escogemos un libro para que nos ayude a dar el siguiente paso: The Butterfly.
¿Hay alguien que sepa inglés y nos pueda ayudar?
Y en un tris tras, tres o cuatro brazos ya se alzan ansiosos por ayudar.
"¡La mariposa!"
¡Exacto! ¿Y de dónde viene la mariposa?
¿Alguien sabe cómo nace una mariposa?
Y de nuevo, las ganas de participar, no se hacen de rogar.
Aquí están, una vez más, listas para ayudar.
"La mariposa," nos cuenta una de las peques, "antes de ser mariposa, era una oruga."
Así pues, es un animal que se transforma.
"¡Qué interesante!" acordamos todos, reflexionando un poco sobre el asunto.
Transformarse.
¿Conocéis a algún otro animal que se transforme, como hace la mariposa?
Y entonces el tic-tac del reloj, nos obsequia con unos segundos de pausa.
El círculo de participantes se sumerge en sus pensamientos, y cada uno en su memoria, en sus recuerdos,... empieza una tarea de investigación. Buscando todos, a algún animal que se transforme.
Es tan apasionante poder observar al grupo en plena acción de reflexión.
Cada niño escoge su propia posición para pensar; algunos, intuitivamente, con la misma posición del pensador de Rodin! Pero el hecho de compartir el momento, el objetivo, nos une a todos como por un hilo invisible de tensión, ilusión, emoción. Mmm... lo conseguiremos.
Sabemos que uno u otro de nosotros, dará con la solución.
Y entonces, ¡ajá! "¡El renacuajo!"
Nos cuenta emocionado uno de los participantes, que el renacuajo se transforma, como lo hace la oruga. Si, son animales que empiezan con una forma, y la cambian.
Se transforman.
EL PROCESO CREATIVO
He ahí el primer peldaño: ya casi lo tenemos delante nuestro.
Transformar, cambiar la forma.
¿Os imagináis que con vuestro cuerpo, os podáis convertir en una oruga?
¿Qué forma escogeríais para organizar vuestros pies, piernas, brazos?
¿En qué posición os colocaríais respecto al suelo?
¿Cómo usaríais todas las capacidades expresivas de vuestro cuerpo, para poder adquirir una forma concreta?
¿Y si en lugar de una oruga, fuera un renacuajo?
¡El juego de interpretación está servido!
Cada niño debe escoger en silencio, qué forma va a interpretar con su cuerpo.
Y todos se han lanzado a la investigación.
Porque luego yo, tendré que adivinarlos.
Sin una sola palabra. Tan solo observando.
¿De qué manera conseguiréis que el observador lea vuestro cuerpo?
¿Que entienda lo que estáis expresando?
¿Que pueda captar la idea de forma, que vosotros tenéis en vuestra mente?
¿Estáis usando todas las capacidades y recursos que os permite vuestra imaginación?
EL PLACER DE CREAR Y CO-CREAR EN GRUPO
Si alguien hubiera retratado en vídeo el proceso creativo, hubiera descubierto como cada niño y niña, tiene un mundo expresivo riquísimo. Con lazos a un imaginario colectivo; a la vez que con lo lazos a una imaginación tremenda y maravillosamente subjetiva. Llena de fuerza, ingenio, originalidad y creatividad.
El sentirse seguros, en un entorno amable, dentro de un grupo amigo, permite a los individuos sentirse libres para explorar, entregarse al placer de crear, desarrollar posibilidades que hasta entonces, igual no se hubieran atrevido a compartir en público. Pero que precisamente por esa red de confianza que teje el grupo, aparece en la posibilidad de abrir un camino.
Hacia el propio autoconocimiento.
Antes de terminar la sesión, nos da tiempo de poder crear en parejas, y compartir nuestras menudas creaciones, con el público entregado en qué se ha convertido el grupo.
El resultado: un espectáculo irrepetible en qué los alumnos interactúan con su pareja, para expresar una historia, un mensaje, una idea, a un público que ávido y muy despierto, tiene ganas de acertar y descubrir.
¿Qué es lo que esos cuerpos cambiantes de forma, en constante movimiento, o silencio, con un uso consciente del espacio, y una habilidad expresiva innata en el ser humano, están intentando compartir?
¡Y qué interesante poder apreciar las respuestas que cada observador del grupo, aporta al final de la representación de sus compañeros!
El arte de escuchar, el arte de hablar.
A veces tan intrínsecamente unidos.
A veces, o siempre.
LA HABILIDAD COMUNICATIVA
Los talleres con peques nos demuestran que el ser humano tiene unas habilidades comunicativas realmente maravillosas. Y que con solo un poco de tiempo, una o dos horas, un grupo puede convertirse en un espacio creativo infinito.
De diversión, de aprendizaje, de reconocimiento, de soporte, de cohesión, de respeto mutuo.
La experiencia del pasado domingo en el contexto de las jornadas de Ictiosis, celebradas en Salou, fue algo memorable que nos llenó de pleno a todos los profesionales allí presentes, a las familias, a los pequeños.
Compartir, nos permite conocer.
Nos permite escuchar.
Y nos permite crecer.
Yo, hasta el momento, no sabía de la existencia de la enfermedad que hizo de hilo conductor.
Que fue el motor para que las personas que nos encontramos allí el domingo, celebráramos esas jornadas.
Ahora, sé un poco más sobre esta enfermedad dermatológica, que sufren peques y adultos, y que para la mayoría de la población, sigue siendo una gran desconocida.
LA ASIGNATURA PENDIENTE
Pero todavía no sé, por qué a veces, las personas nos alejamos de lo que no comprendemos.
Tampoco sé, por qué a veces nos dañamos los unos a los otros, y en lugar de acercarnos con amor a nuestros congéneres, nos atrevemos a causarles daño.
O por qué a veces, ni tan solo los miramos.
Por qué, cuando alguien tienen un aspecto que no es como el nuestro, no lo reconocemos como a un igual. Con sus mismos sueños, ilusiones, retos, emociones, sentimientos.
Como ya Walt Disney apuntó en su clásico, La Bella y la Bestia, parece ser que el impacto del aspecto en nuestras creencias, es algo que los humanos tenemos todavía muy frecuentemente, como asignatura pendiente.
Ojalá llegue el día, en que las personas y niños que sufren ictiosis, no sientan que el peso más grande de su enfermedad, recae sobre cuestiones sociales.
LA ASOCIACIÓN DE ICTIOSIS
Si has leído hasta aquí, y como yo, no sabías de esta enfermedad, puedes informarte y conocer esta realidad. Por ejemplo, en el siguiente enlace puedes descubrir cuáles son los proyectos y la labor que realiza la Asociación Española de Ictiosis: https://www.ictiosis.org/
Así mismo, en el Hospital San Juan de Dios, de Barcelona, un equipo humano de gran calidad, trabaja para que los pacientes de Ictiosis y sus familias, reciban los tratamientos y las ayudas que necesiten.
En las jornadas del pasado domingo, tuve la suerte de poder coincidir con algunas de esas personas.
Y si hay algo que me gustaría no olvidar del encuentro, fue su humildad, su sincera voluntad de apoyo a las familias, y su entrega incondicional hacia el bienestar de sus pacientes.
Imagino el día en que este apoyo hacia quienes sufren enfermedades poco conocidas, no venga solo desde ciertos miembros de la sociedad, más empáticos o sensibilizados, informados o conscientes.
Sino que este apoyo, sea algo que nos defina a todos, como sociedad.
¿Te imaginas que esté en tus manos, ser más sensible, atento y respetuoso, con las personas que sufren alguna enfermedad minoritaria?
Del texto y el dibujo: Ainoa Soler
Domingo 2 de junio del 2024.
Salou, Tarragona
Moltíssimes gràcies per compartir, què bé poder llegir les teves paraules i reflexions, m'hagués encantat assistir a les teves sessions per poder viure la màgia dels moments tan increïbles que es van crear.
Brutal Ainoa. Que bé que escrius i descrius tot el matí!
Fue una experiencia preciosa y el post de Ainoa me ha encantado!
El post me encanta, ¡felicidades, Ainoa!
Y un millón de gracias por tu implicación y la forma de acariciarnos nuestra piel con ictiosis.